Hoy, Abuelas de Plaza de Mayo dio a conocer el encuentro del nieto 138, nacido en cautiverio durante la última dictadura militar en Argentina. Este anuncio resalta una vez más la labor incansable de los organismos de derechos humanos en la búsqueda de justicia y verdad, y pone en primer plano las consecuencias de un oscuro capítulo de la historia argentina.

Durante la conferencia, que se realizó en el auditorio de la Casa por la Identidad del Espacio Memoria y Derechos Humanos (ExEsma), explicaron que la madre del nieto recuperado estaba embarazada de nueve meses cuando fue secuestrada junto a su esposo.

La historia detrás del nieto 138

El nieto 138 es hijo de Marta Enriqueta Pourtalé y Juan Carlos Villamayor, secuestrados el 10 de diciembre de 1976 en la Ciudad de Buenos Aires. Ambos fueron detenidos en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), uno de los principales centros clandestinos de detención, tortura y exterminio durante el régimen militar.

Marta, embarazada de nueve meses al momento del secuestro, dio a luz en cautiverio. Según los testimonios de sobrevivientes, la pareja había decidido llamar Soledad o Manuel al bebé que esperaban.

Ambos fueron reconocidos dentro de la ESMA, a partir de testimonios que dieron los sobrevivientes del Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio.

"Fueron vistos en el centro clandestino donde se tienen contabilizados más de 30 nacimientos. Pensaban llamar Soledad o Manuel al bebé que esperaban", detalló Estela de Carlotto y recordó que "la verdad siempre sale a la luz".

"Esta restitución es, una vez más, la muestra de las consecuencias del terrorismo de Estado en el presente y la centralidad de las políticas de Derechos Humanos", dijo y destacó la importancia de organismos como la CoNaDi, el Banco Nacional de Datos Genéticos y la secretaría de Derechos Humanos.

La abuela del nieto recuperado, Rosa Pourtalé, mantuvo viva la esperanza de encontrarlo, un deseo que finalmente se hizo realidad casi 47 años después.

La relevancia de esta restitución

Durante la conferencia de prensa celebrada en el auditorio de la Casa por la Identidad del Espacio Memoria y Derechos Humanos (ExESMA), Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, destacó que este caso es una muestra más de cómo el terrorismo de Estado sigue impactando en el presente.

"Esta restitución demuestra la importancia de las políticas de derechos humanos y el trabajo articulado de instituciones como la CoNaDi, el Banco Nacional de Datos Genéticos y el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF)," subrayó Carlotto.

Restituciones recientes: avances y desafíos

El hallazgo del nieto 138 se suma a un año de importantes avances en la lucha por la verdad. En julio de 2023, se anunció la restitución del nieto 133, identificado como Daniel Santucho Navajas. En ese lapso también se resolvieron los casos de cuatro mujeres embarazadas que fueron asesinadas antes de dar a luz.

Las identificaciones de estas mujeres, realizadas por el EAAF y otros organismos, fueron posibles gracias a un arduo trabajo que incluyó la exhumación de fosas comunes, el análisis de archivos y huellas dactilares, y la reconstrucción de contextos históricos. Estas investigaciones no solo permiten conocer la verdad sobre las víctimas, sino también ofrecer un cierre a las familias que han esperado durante décadas.

La memoria como herramienta para el futuro

El anuncio del nieto 138 refuerza el compromiso de la sociedad argentina con la memoria, la verdad y la justicia. Más de 40 años después del final de la dictadura, los responsables de estos crímenes siguen guardando silencio, pero los avances científicos, legales y sociales continúan desentrañando los horrores del pasado.

Cada restitución no solo devuelve una identidad a quienes les fue arrebatada, sino que también fortalece el tejido social, recordando la importancia de no olvidar y de seguir luchando por los derechos humanos.

El encuentro del nieto 138 es un recordatorio de que la búsqueda de justicia nunca cesa. La historia de Marta Enriqueta Pourtalé, Juan Carlos Villamayor y su hijo nacido en cautiverio simboliza la resistencia ante la injusticia y el poder de la memoria colectiva.

Abuelas de Plaza de Mayo invita a todos aquellos que tengan dudas sobre su identidad a acercarse a la CoNaDi o al Banco Nacional de Datos Genéticos. Cada consulta puede ser el inicio de una nueva restitución, y cada restitución es un paso hacia un futuro más justo y humano.

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