El Gobierno nacional oficializó este miércoles una profunda desregulación del mercado de cabotaje marítimo, con el objetivo de recuperar la competitividad, aliviar los costos logísticos y revertir la crítica situación del sector naval argentino. Lo hizo mediante el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 340/2025, publicado en el Boletín Oficial con la firma del presidente Javier Milei.
Entre los principales cambios, se destaca la posibilidad de que buques extranjeros obtengan matrícula argentina para operar dentro del país, que los armadores locales puedan usar banderas de conveniencia, y la flexibilización en la conformación de tripulaciones, permitiendo contratos regidos por leyes extranjeras. También se extiende de 30 a 60 días el plazo para que embarcaciones internacionales hagan cabotaje en aguas nacionales, se eliminan trabas para reparar e inscribir buques, y se facilita la baja e inscripción en la matrícula nacional.
Además, el decreto declara como servicio esencial a la navegación por agua, tanto marítima como fluvial, destinada al transporte comercial de personas, carga, mercaderías y servicios offshore.
En el texto oficial, el Ejecutivo justificó la medida como "indispensable para adaptar el sector a estándares globales, integrarlo al comercio internacional y evitar su desaparición". Y advirtió que el actual marco normativo representa "un obstáculo" por sus "excesos o deficiencias", provocando altos costos y una situación crítica en la Marina Mercante Nacional.
El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, celebró la reforma en su cuenta de X (ex Twitter), asegurando que "el DNU 340/25 con firma de Javier Milei rescata el espíritu constitucional" al citar el artículo 26 de la Carta Magna, que garantiza la libre navegación de los ríos interiores para todas las banderas.
Sturzenegger detalló los beneficios de la nueva normativa y apuntó contra prácticas sindicales previas: "Antes, la dotación del barco necesitaba un acuerdo del sindicato y era común la extorsión antes de zarpar. Ahora, la elige el armador, eliminando sobrecostos inútiles". No obstante, se mantiene la facultad de la Prefectura Naval Argentina para establecer dotaciones mínimas de seguridad.
Otro de los puntos destacados por el funcionario fue la ampliación del tiempo permitido para que buques internacionales operen dentro del país, argumentando: "¡Es insólito que hoy las mercaderías de Tierra del Fuego viajen al continente en camión!".
Con esta reforma, el Gobierno apuesta a dinamizar el comercio interno, aliviar los costos del flete, fomentar inversiones y recuperar un sector estratégico que, según advierten, corre riesgo de desaparecer si no se actúa con urgencia.